LA MIRADA DEL SÍNODO: Con Ojos de Lince


- LA DEFINICIÓN: mirar con ojos de lince significa tener agudeza visual portentosa capaz de divisar algo a larga distancia.

- EL ORIGEN: Esta expresión se atribuye generalmente a una característica visual del animal conocido por lince, pero hay autores que dicen que proviene de la mitología de un hombre llamado Linceo que en la mitología griega es un argonauta que fue junto a Jasón en la búsqueda del vellocino de oro. Se decía de él que tenía una vista tan prodigiosa que veía a través de los objetos.
Entre Linceo y Lince solo se pierde una o, pero sea como fuere su origen, en nuestro vocabulario las dos corrientes coinciden en significar que mirar con ojos de lince es ver las cosas con una mirada aguda y a largo alcance.

- APLICACIÓN AL SÍNODO: Tenemos que trabajar los temas del Sínodo con ojos de lince, es decir: aplicar la mirada de la fe, con reflexiones agudas y de largo alcance, detectando las causas y las consecuencias del tema en cuestión.
Por otra parte, el Evangelio tiene esa mirada y lo nuestro es parecernos al Evangelio y no tanto a un animal, por muy lince que sea. 
                                                       
- PROPUESTAS: con la vista de lince debemos proyectar mejoras catequéticas, con agudas intuiciones y de largo alcance para la diócesis. Las renovadoras iniciativas catequéticas que emprendamos hoy, para el anuncio del evangelio y la transmisión de  la fe a niños, jóvenes y familias, serán las semillas que darán frutos a muy largo plazo en la diócesis del mañana.

- ACTITUDES: poner esfuerzo y valentía para revisar y mejorar nuestras formas tradicionales de impartir las catequesis en todos sus niveles. Vencer los miedos ante la innovación y la creatividad que nos exige un cambio de mentalidad. Poner en marcha modelos pedagógicos adecuados para aprender a ser cristianos en la nueva realidad social y eclesial. Y, puesto que no nos toca ver los resultados, debemos tener mucha esperanza, pues la semilla irá creciendo por la noche, casi sin darnos cuenta, como dice la parábola del evangelio. Si la semilla es buena, los sembradores capacitados y la tierra está bien preparada… el resto lo hará el Señor a su debido tiempo. Con lo que tenemos, hay que construir el futuro.

Y tú,  ¿cómo ves que tu fe-mira a la larga distancia con ojos de lince? 

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TINO ESCRIBANO RUIZ