El Icono del Sínodo
Con motivo del Sínodo
Diocesano se ha realizado un Icono estilo bizantino, pero añadiendo algunos
símbolos propios de nuestra Fe y cualidades propias de nuestra tierra. Este icono
preside todas las celebraciones en cada una de las parroquias de la Diócesis y
está presente en muchos otros grupos y delegaciones.
A la izquierda, y de
forma destacada, se puede ver la figura
de Cristo -“yo soy el camino, y la verdad y la vida; nadie va al padre sino
por mí”- en una posición dirigida a los que inician el camino con mirada
bondadosa y extendiendo la mano izquierda hacia ellos. En la mano derecha porta
un rollo, símbolo de la Biblia, la
Palabra de Dios. En ambas manos y en los pies se ven los signos de la
crucifixión.
Encima de Cristo están
las letras IC XC, abreviaturas de su nombre en griego; y en el nimbo se
incluyen los signos griegos O W N que son las iniciales de “Yo soy el que soy”,
así como la cruz impresa en el oro, símbolo del sacrificio. En el pecho aparece
el sacramento de la Eucaristía por el que Jesucristo se ofrece a todos.
Iniciando el camino hay
seis personajes. El primero de ellos es la
Virgen María, con las manos implorantes hacia su hijo Jesús. Sus vestiduras
son celestes, color propio de Dios, y a las cuales les transmite su santidad.
También es el color de la verdad. Sobre su cabeza se pueden leer las iniciales
MP OY, que nos advierten de que es la Madre de Dios.
Dentro del grupo
destaca la figura de San Pedro de
Alcántara que lleva su nombre sobre su aureola. Hombre de intensa espiritualidad y gran
reformador, patrono de la Diócesis, que nos ha de guiar en este sínodo. Hay
otro personaje con barba y aspecto venerable, con un bastón en su mano, que
simboliza al maestro, el tutor, la autoridad legítima… el pastor.
El fondo del icono es
de color verde, incluyendo la vereda o camino. El verde es el color de la
naturaleza, de la vida sobre la tierra, del renacer en primavera. En
iconografía significa renovación espiritual.
Destaca al fondo una
gran montaña formada por una gran acumulación de rocas, que significan la
elevación y crecimiento moral hacia Dios. En medio de la montaña se muestra la Catedral de Coria, como templo
cristiano y representando al “pueblo de Dios”.
Al final del camino, se
observa una encina, que alude a nuestro paisaje
extremeño y que, además, simboliza la vida en perpetua evolución, en
ascensión hacia el cielo. El color del cielo es en tonos rojizos, naranjas, muy
propio de nuestros atardeceres. En la naturaleza nos habla de un color
netamente humano, representando la plenitud de la vid terrenal.
El icono está realizado al temple sobre tabla con oro fino y estofado, según los cánones bizantinos. Su autora es Paqui Bautista Trejo.
ICONO EN BUENA CALIDAD