LAS CUATRO CUESTIONES SOBRE LAS QUE TRABAJARÁ EL SÍNODO


Como resultado de la encuesta, y después de un análisis pormenorizado, el Consejo de Dirección del Sínodo, presidido por el señor obispo, determinó en su última reunión que los temas sobre los que se centraran los trabajos del Sínodo fueran estos cuatro: 

1) El anuncio del Evangelio y la transmisión de la fe.

2) El compromiso social y caritativo de la Iglesia en la sociedad de hoy.

3) La formación y participación de los laicos en la Iglesia y en el Mundo. 

4) La organización pastoral de la diócesis.
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Algunos datos de las encuestas referidos a los temas del sínodo

En relación con la transmisión de la Fe la encuesta se hace eco de algunas fortalezas y debilidades que tenemos en lo referido a la catequesis  en sus distintos niveles (prebautismal, de niños, de adolescentes y jóvenes, de adultos y la preparación para el matrimonio). Una catequesis que está sirviendo más para preparar de manera inmediata a la celebración de los sacramentos y transmitir algunos contenidos de la fe que para integrarse en la comunidad parroquial, tener experiencia de Dios o comprometerse en los problemas sociales. En este apartado se pregunta sobre otras cosas como la pastoral juvenil y vocacional, el uso de los medios de comunicación o el lenguaje que se emplea en las celebraciones litúrgicas y en las homilías.


En general se piensa que el motivo que lleva a los cristianos a actuar en la sociedad y frente a la pobreza y exclusión es por creer que “el evangelio de Jesús es liberador y denuncia las injusticias” (adquiere una puntuación alta, que supera el 8, sobre una escala de 0 a 10). Sin embargo, en la práctica, se desconoce bastante lo que la Iglesia, a través de sus instituciones y grupos, hace en relación con el paro, la vida de los reclusos, los jóvenes o el mundo rural. Son más conocidas y valoradas sus actuaciones con las familias con dificultades económicas, los inmigrantes y las personas sin hogar. Se valora la labor asistencial que realiza Cáritas y otras instituciones, pero se desconoce o se valora menos su papel a la hora de descubrir las situaciones de pobreza, sensibilizar a la sociedad y a la misma  comunidad  cristiana sobre ellas y la promoción de un cambio social.

Con todo es en el trabajo frente a la marginación y pobreza donde mejor se reconoce el papel de las instituciones y grupos cristianos. Muy por debajo queda su implicación en el mundo de la política, economía, los sindicatos, la cultura, los medios de comunicación, la problemática del mundo obrero. En relación con todo esto se reconoce un déficit de formación para la acción caritativa  y social. Aspectos todos que pertenecen a la dimensión profética y transformadora de la sociedad que tiene la Evangelización.

La encuesta nos ofrece datos suficientes para concluir que son muchos los laicos que descubren su papel en las tareas “ad intra” de la Iglesia, desempeñando tareas como la catequesis, la animación litúrgica o el mundo de las cofradías. No, obstante queda mucho por recorrer en cuanto a su participación efectiva  en la toma de decisiones, su implicación en los diversos Consejos (pastorales, de economía, etc.) o la elaboración de planes pastorales.

También ha crecido su implicación en la Pastoral de la Salud y como voluntarios de Cáritas u otras instituciones sociocaritativas; pero es poca su participación en asociaciones que tengan como principal objetivo la presencia, transformación y evangelización en ambientes concretos como el mundo obrero, el mundo rural, el mundo de la economía y la política, la cultura o el asociacionismo en general. En este sentido se ve un déficit de formación orientada a esta misión que es específica del laicado y, más concretamente, en Doctrina Social de la Iglesia.

La necesidad de revisar y reformar la organización de la Pastoral en la diócesis viene motivada por diversas realidades que también se reflejan en la encuesta: escasez, envejecimiento y pluriempleo de los sacerdotes. En similares condiciones están los miembros de la vida consagrada y un buen número de los  seglares que están implicados en tareas eclesiales. La encuesta nos indica el desconocimiento general que se tiene  sobre el papel  que pueden desempeñar en la animación de las comunidades cristianas los diáconos permanentes, los miembros de la vida consagrada y los mismos seglares desempeñando diversos ministerios que, tradicionalmente, solo desempeñaba el sacerdote. También se refiere a otras realidades de la organización pastoral como la necesaria  coordinación entre los diversos agentes de pastoral, el papel de las vicarías, delegaciones, arciprestazgos y otros ámbitos de coordinación