Mensaje a los cristianos no católicos con motivo del Sínodo de Don Francisco Cerro,obispo de Coria-Cáceres

¿Os cuento el Sínodo?

Anunciar a Jesucristo es la clave y el sentido  último de nuestro XIV Sínodo Diocesano. Se pretende que todo el pueblo de Dios rece junto, comparta experiencias y reflexione sobre los grandes retos que tenemos hoy para proclamar en esta sociedad a Jesucristo Camino, Verdad y Vida.
Muchos de vosotros participáis con nosotros a través de la Delegación de Ecumenismo en muchos encuentros y en todo lo que nos une.
Me he encontrado con vosotros y con vuestros dirigentes para escucharnos y compartir distintas experiencias. La Iglesia Diocesana quiere ser una Iglesia en salida y acercarse a todos para compartir la mayor riqueza que es Jesús.

El Ecumenismo, la unión entre los cristianos que tenemos esas tres claves esenciales en nuestra fe y que se resumen en creer en la Trinidad, afirmar la divinidad de Jesucristo y en que Jesús fundó una Iglesia. No avanzaremos en la comunión, en el ecumenismo si no nos unimos todos en tener los sentimientos del Corazón de Cristo.

El Sínodo va expresando mucho del sentir del pueblo de Dios que quiere y desea ser y vivir con un solo corazón y que siente que el alma de la unidad es el mismo Corazón de Cristo.
A todos los cristianos que no vivís vuestra fe en plenitud de la comunión con la Iglesia católica, os quiero hacer llegar lo que se está desprendiendo de la reflexión del Sínodo.

Primero. Un agradecimiento y también un deseo de que corrigiendo viejos tópicos, que ya no nos sirven, ponerse en el lugar del otro y tratar de subrayar más lo que nos une que lo que nos separa. Amor es lo que la Palabra de Diuos nos transmite para tener una vida y una vida en abundancia.

Segundo. Desde hace muchos años nuestra Delegación de Ecumenismo trabaja mucho y en firme para que siguiendo los criterios del Vaticano II y de nuestra Iglesia diocesana demos cada vez más pasos hacia un diálogo y una comunión, que se nos escapa a nuestras fuerzas y estrategias humanas, para confiar en la acción y la gracia de Dios, sabiendo como dice el Salmo “Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles, si el Señor no guarda la ciudad en vano vigilan los centinelas” .

Deseamos una unidad basada en la Verdad y en la Caridad, como nos recuerda constantemente San Pablo. Es necesario volver a la fuente para vivir la  comunión. Sin una conversión personal y pastoral es ilusorio y poco realista hablar de la unidad que nos pide el Señor y su Iglesia.

El XIV Sínodo Diocesano Caminando juntos con Cristo, que os invitaré a los cristianos a participar en la clausura del Sínodo. Quiero deciros ¡gracias! y que contamos con todos.

A Santa María de la Unidad en el Cenáculo recemos por la unidad de todos los que creen en Cristo.

Francisco Cerro Chaves
Obispo de Coria-Cáceres