LA CAJA DE HERRAMIENTAS DEL LAICADO CRISTIANO. LA LLANA (y 8)
CERRAR LA CAJA: estaba pensando en la última herramienta que metería en la caja
buscando una actitud indispensable para vivir el laicado cristiano. Se me
acercó mi amigo Berto con su sabiduría de la universidad de la vida, y me dijo: la
llana de albañil.
-UTILIDADES: sirve para extender y alisar la masa, quitar asperezas, tapar
huecos, dar capas de protección en el interior y en el exterior. El laico
cristiano vive su fe quitando asperezas.
-LA AVERÍA: está en terminar los trabajos dejando asperezas y huecos o
en utilizar materiales caducos que se vienen abajo al momento. Está en no poner
las capas suficientes para proteger el exterior y el
interior. En el laicado cristiano hay averías en no querer
cambiar la mentalidad encerrándose en lo de siempre o en grupos
amurallados y excluyentes viviendo de las añoranzas del pasado.
-EL ARREGLO: Allanar, siempre allanar. En una sociedad plural y
democrática tenemos derecho a tener nuestra identidad pero no
a imponerla en los asuntos de la vida, ser sal y levadura en la
masa, entrar en las instituciones sociales para aportar
nuestro sentido cristiano de la vida. No es correcto
replegarse para descuidar las tareas de la tierra pues eso traiciona a
la propia fe cristiana y a la vocación que nos ha dado Dios en el
bautismo.
SOLUCIONES TÉCNICAS: Las metas del cuaderno 3 nos pueden parecer inalcanzables.
Eso nos puede desanimar y decir que todo va a seguir igual. Tenemos
que reaccionar con la mentalidad del laico cristiano: con la mente fría del ORDENADOR pero allanando con
esperanza. Cortando adversidades con el ALICATE pero allanando
con la paz. Aflojando y apretando estímulos con el DESTORNILLADOR
pero allanado con la paciencia. Metiendo la PIQUETA para
destruir lo caduco y construir la nueva etapa evangelizadora pero allanando
desde el respeto. Nos hace falta generar pensamiento con
la luz de la LINTERNA de la fe pero allanando desde el
respeto. Nos hace falta arrancar los clavos de la
injusticia con la TENAZA, sin atenazar a nadie, pero
allanado con la tenacidad del testimonio. Y todo ello con el espíritu
de las Bienaventuranzas de Jesús con mansedumbre y limpieza de
corazón, allanando caminos y nivelando baches y montes como
hace el albañil con la LLANA, o como nos dice el Evangelio:
para preparar el camino al Señor.
Gracias
por llenar tu caja con las herramientas que te he mostrado
para aprender a utilizarlas en la mejora del mundo y de nuestra
diócesis. El Sínodo nos está ayudando a descubrir la diversidad de
vocaciones y carismas para el enriquecimiento y renovación de la iglesia
diocesana.
Hasta
el próximo curso.
Tino
Escribano Ruiz