LA MIRADA DEL SÍNODO: Con ojos de Águila
-LA DEFINICIÓN : mirar con ojos de águila es ser capaz de detectar
hasta los mínimos detalles con una profundidad excelente.
-EL ORIGEN: Los ojos del águila ven desde lejos hasta las cosas más diminutas
para traerlas a la cercanía y supervisarlas con buena resolución.
-APLICACIÓN AL SÍNODO: trabajar los temas del
Sínodo con OJOS DE ÁGUILA es reflexionar con ánimo de ser profundos pero valorando
las pequeñas aportaciones, los gestos aparentemente insignificantes, los
pequeños detalles y avances de las personas que participan en el grupo sinodal con una profundidad de vida excelente.
-PROPUESTAS: con vista de águila hay que valorar los pequeños detalles de renovación que ya están surgiendo
en nuestras comunidades para el anuncio
del evangelio y la transmisión de la fe
a niños, jóvenes y adultos. A veces son tan pequeños que no se dan a conocer
porque se piensan que no son espectaculares como los que van arropados de boato
o de largas tradiciones de siglos, o quizá porque
no sabemos ver la grandeza de la pequeñez de la levadura o de la diminuta
semilla de mostaza.
-ACTITUDES:
El Sínodo nos da la oportunidad de afrontar todo en profundidad, sin dejar
pasar los detalles ya sean los errores más pequeños para corregirlos, como
los pequeños aciertos apenas visibles para valorarlos.
Al evangelista San Juan se le representa con un águila porque su
manera de describir el pensamiento de Jesús es al detalle de profundidad. Nosotros no pretendemos llegar a tanto,
pero vamos a exigirnos concretar al
máximo nuestras ideas y proyectos de renovación personal, estructural y
diocesana, para no irnos por las ramas.
Con lo que tenemos hay que
construir el futuro.
Y tú, ¿cómo ves la profundidad
de la fe? ¿Con ojos de águila?
Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
Hasta la próxima semana.
TINO ESCRIBANO RUIZ