SEGUID CON RENOVADA ESPERANZA


Queridos feligreses:

Con inmensa alegría me comunico con vosotros para expresaros mi AGRADECIMIENTO personal y el de todas las personas involucradas directamente en este caminar del Sínodo de la Diócesis de Coria-Cáceres.

Mi agradecimiento a quienes habéis rellenado la encuesta, ocupando vuestro tiempo en la ardua reflexión que exige responder a las abundantes preguntas formuladas.

Mi agradecimiento a las comisiones sinodales respectivas, y a quienes habéis ayudando a explicar la encuesta a tantas personas. Mi agradecimiento a quienes habéis colaborado en recoger los datos en los ordenadores para contabilizar las respuestas.

Mi agradecimiento general a quienes habéis transmitido vuestro aliento y esperanza, abriendo caminos para la participación en esta primera etapa del Sínodo.

Se termina, ahora, una fase del Sínodo. Quizá nos ha cogido en frío. Quizá no haya sido suficiente la motivación que se requiere. Sé que ha exigido un gran esfuerzo rellenar la encuesta, pues muchas preguntas nos piden muchos matices, nos pillan, un poco o mucho, fuera de nuestras inquietudes. Pero todo ha valido la pena y todo va a servir para tener un conocimiento real de nuestra diócesis, incluso en aquello que no se ha respondido, pues también ofrece datos significativos ya que no se trataba de un examen personal que había que aprobar para una oposición, sino detectar nuestra realidad tal como es.
         
Os aclaro que la encuesta no era para planificar lo que tenemos que hacer en el futuro. Lo podemos comparar a cuando el médico nos hace un chequeo minucioso para “tomar el pulso” a nuestro cuerpo y detectar nuestras fortalezas y nuestras debilidades. El estudio de la encuesta nos ofrece la posibilidad de ver cómo está “el pulso” de nuestra diócesis, para hacer un diagnóstico y, en las siguientes fases, aplicar los respectivos refuerzos para equilibrar la salud del compromiso cristiano en nuestra diócesis. Gracias, de nuevo, por vuestros esfuerzos y desvelos. Os digo, con alegría, que han merecido la pena.

Ahora tenemos que seguir caminando todos juntos en la misma dirección, tras las huellas del Maestro, Jesucristo, el Señor, como nos dice una de las estrofas de nuestro himno sinodal, que os animo a cantar y a meditar en actitud de oración.

Los temas que tenemos que abordar serán esenciales para el futuro de nuestra diócesis en la Iglesia del Señor de Coria-Cáceres. Entre los temas más preocupantes hay cuatro que van a ser el centro de nuestra atención: la transmisión de la fe a niños, jóvenes, adultos, familia... La formación y misión de los laicos en la Iglesia y en la sociedad. Nuestra implicación como Iglesia ante las múltiples y nuevas pobrezas. La nueva organización diocesana que necesitamos para ser eficaces pastoralmente en la realidad diocesana actual. Todos esos temas los trabajaremos en los GRUPOS SINODALES de la próxima etapa del Sínodo, en la que también nos asistirá el Espíritu de Jesús para buscar, renovar y fortalecer la fe, en esta “nueva etapa evangelizadora”.

Os animo, con mi cariño y oración, a que sigáis con renovada esperanza y con la responsabilidad de la fe, para afrontar los retos que aún nos quedan por recorrer en las etapas sucesivas. San Pedro de Alcántara y María, la madre del Señor, alientan nuestra fe consolidando los puentes de unión entre las diferentes comunidades que configuramos la diócesis. Recibid mi bendición y un abrazo fraterno.

Vuestro Obispo: