Apertura Asamblea Sinodal: Se abrirán grandes ventanas y una luz nueva entrará



Así reza el Himno del Sínodo en una de sus estrofas. Este domingo 1 de octubre en la catedral de Coria, el aliento del Sínodo llegó también a todos los presentes con la sesión de Apertura de la Asamblea Sinodal. 

Este año, junto a la apertura oficial del curso en la Diócesis se ha celebrado este momento decisivo para la Iglesia Diocesana que afronta la recta final de un proceso que comenzó el Miércoles Santo de 2014 con la convocatoria del mismo por parte del obispo en la Misa Crismal.


En la celebración, numerosos asistentes, muchos de ellos sinodales, que participarán de forma activa en las asambleas sinodales y que realizaron la Profesión de Fe.


En su homilía el obispo enraizó su intervención con la parábola de la viña, explicando que esa viña es la iglesia, el Pueblo de Dios. Invitó a todos a trabajar por la viña, en este momento del sínodo y felicitó a todos por “haber llegado hasta aquí”.

En un segundo punto también matizó que “el bien hay que hacerlo bien”. “Ahora quedan las cuatro asambleas”, añadía el prelado, “si vamos junto a Cristo, vid y sarmiento, queriendo a la gente de nuestro entorno, pidiendo ayuda al Señor, se conseguirán grandes cosas”. Pidió a todos los sinodales que se tomen muy en serio su papel. “Probablemente ninguno de nosotros vuelva a vivir un Sínodo, este momento sienta las bases de lo que vendrá después, tenemos que ser capaces de caminar juntos y mirar a la viña”, continuaba Francisco Cerro. 

Por último, ante la pregunta ¿Qué vendrá después? El obispo diocesano sentenciaba: “Después seguiremos trabajando juntos. Seguiremos entusiasmados. Todos podemos aportar virtudes, todos también tenemos pobrezas. El camino es arduo, pero la alegría inmensa”.
“Ojalá el Sínodo sirva para que, especialmente los más pobres vean el amor de Dios a través de la Iglesia”, concluía.

El obispo de Coria-Cáceres también aludió a la situación que se vive en España y en el mundo, “en este momento difícil que nos ha tocado vivir” y pidió “paz, diálogo y consensoEs más lo que nos une que lo que nos separa”.
Como gesto simbólico que ayude a recordar el compromiso que adquirieron, recibieron una pequeña botella de aceite que simboliza nuestra tierra, en la que estamos llamados a vivir nuestra fe y anunciar el Evangelio. Así mismo, el aceite es símbolo del Espíritu Santo que derramado sobre todos nosotros será quien hable a nuestra Iglesia y quien nos envía para “buscar, renovar y fortalecer la fe”.

El Secretario del Sínodo, Jesús Moreno Ramos, leyó el juramento de fidelidad en nombre de todos. Al final de la celebración explicó algunos de los puntos más destacados del Estatuto del Sínodo que pueden leer en www.sinodocoriacaceres.es y las obligaciones de los sinodales. También agradeció el “inmenso esfuerzo de todos” y destacó que este Sínodo estaba siendo un “trabajo coral”.

Cabe recordar que la Asamblea General del tema uno (La Evangelización y la transmisión de la Fe) será el 11 de noviembre, en los siguientes sábados se sucederán el resto de asambleas: sobre el tema 2 (El compromiso social y caritativo de la Iglesia en la sociedad de hoy) el 18 de noviembre, el  tema 3 (La formación y la participación de los laicos en la Iglesia y en el mundo) el 25 de noviembre y el tema 4 (La organización de la diócesis) el 2 de diciembre. Finalmente la sesión de clausura será el 8 de diciembre a las 17 horas en la Catedral de Coria.