Mensaje a los cristianos en la Vida Pública con motivo del Sínodo de Don Francisco Cerro, obispo de Coria-Cáceres
¿Os cuento el Sínodo?
Siempre me he interrogado que
después de tantos siglos , donde la Iglesia ha tenido un papel decisivo y sobre
todo como “sal y luz” en la sociedad
y tantos deseos e intentos hoy quieren que sea relegada a la sacristía.
¿Por qué no se le quiere dar
ninguna relevancia a la Iglesia en la
sociedad? ¿La fe es sólo algo privado? ¿No tiene derecho de ciudadanía el ser
cristiano? Sólo “otros” tienen derecho a veces sin ningún complejo ni valores a
marcar a la sociedad en sus derroteros. La Iglesia nunca a pedido privilegios,
pero sí su espacio en una sociedad que cada vez entiende menos lo que cree y transmite la Iglesia.
Desde el Sínodo uno de los temas
tratados con más pasión ha sido el del Laicado. No se podrá realizar la nueva
etapa evangelizadora sin despertar ese gigante dormido que son los laicos. Los
católicos, es justo y necesario, que estéis en la vida pública donde se toman las grandes decisiones y donde
en la política dice el Papa Francisco que es el servicio más caritativo y
entregado a la humanidad porque se debe buscar (otra cosa es que se haga) el bien común y los mejores servicios
a la sociedad.
A todos los cristianos que están
comprometidos en la vida pública nuestro Sínodo Diocesano les reconoce su gran
y difícil labor. No tengáis miedo de ofrecer el Evangelio como norma de vida y
esperanza.
Construid también con los
cristianos de a pie que quieren ser buenos ciudadanos y cumplir con nuestras
obligaciones en una sociedad plural y abierta. También subrayamos lo que dijo
Pablo VI en la profética encíclica “Populorum Progressio” de que “una misma fe
puede llevar a distintas opciones políticas”.
A los demás que trabajan en el campo
de la política sindical o servicios a la sociedad, les pedimos que respeten lo
que el cristianismo ha aportado siempre
a la sociedad.
Apostamos siempre por la escucha
y el diálogo, pero es verdad que nuestra fe, el anuncio de Cristo no podemos
dejarlo guardado en el bolsillo, en el sótano.
El Sínodo está siendo una apuesta
por renovar la conciencia y el compromiso de los laicos en el mundo. Sin un
laicado convencido y comprometido y sobre todo asociado no se puede ser laico
por libre, sino que siempre necesitamos caminar juntos, ayudarnos mutuamente,
compartir la fe para un mejor servicio a la sociedad.
El XIV Sínodo está siendo una
primera apuesta como Diócesis por despertar y por formar un laicado que viva su
profunda vocación de seguís a Cristo, Alfa y Omega, para vivIr en las entrañas del mundo no hay que salirse de la realidad que vivo para ir al encuentro del Señor y
unza transformación del mundo.
Francisco Cerro Chaves. Obispo de Coria-Cáceres