EL SÍNODO Y LAS HERRAMIENTAS DEL LAICADO CRISTIANO.(2) EL DESTORNILLADOR
-UTILIDADES: Sirve para apretar y para aflojar
tornillos en sus diferentes modalidades y tamaños. Aunque su esencia sea la
misma, ha evolucionado según las exigencias de los nuevos tiempos.
-LA AVERÍA:
está provocada por el mal uso de la palabra laico. Es de origen griego y
antiguamente la utilizaban para diferenciar al pueblo, o sea los del
montón, en contraposición a otro tipo de personas con reconocida categoría;
pero como todavía no conocían a Jesús no se arregló nada.
-NUEVO
ATASCO: cuando los cristianos llegaron a Roma aprendieron el latín y
utilizaron el término“seglar” para diferenciar a las personas que
trabajaban duro en las cosas del siglo (las mundanas), o sea
los del pueblo, los del montón... había “otros seglares” pero no se
planteaban estas cosas, y eso que conocían la doctrina de Jesús pero
permanecieron con los tornillos flojos.
En otro
contexto estaban los
que tenían muy claro que toda autoridad viene de Dios pero que la repartió para
gobernar en dos mitades: las “cosas del mundo” para los
seglares, y las “cosas del Cielo” para el clero y los monjes.
Con el paso
del tiempo muchos se dedicaron a las “cosas del cielo” huyendo del “mundanal ruido” para
santificarse en los conventos o ejercer cargos en instituciones de la iglesia
dedicadas agobernar en la tierra las “cosas religiosas” del cielo.
Otros
seglares de alto rango: reyes y príncipes, también se metieron a gobernar las
“cosas del cielo”. Se arreglaron muchas averías pero el “pueblo llano” siguió
sometido a los unos y a los otros.
-SOLUCIONES
TÉCNICAS: En nuestro vocabulario religioso castellano actual se
utilizan las dos palabras, laico y seglar. Sin embargo, el
contenido ha sido afianzado en la teología renovada por el Concilio Vaticano
II, pues se destaca que el Bautismo nos da a todos la misma dignidad de
ser Pueblo de Dios con la misma misión sin diferencias de poderes sino
por el servicio específico de transformar el mundo al
estilo del evangelio de Jesucristo. Nos queda mucho por atornillar y
desatornillar, pero con las reflexiones y propuestas del cuaderno número 3 del
Sínodo, avanzaremos.
-NUEVA
AVERÍA: La
palabra laico tiene también un uso civil no vinculado a lo
religioso y, a veces, muy contrario; pero eso lo dejaremos para la
próxima herramienta.
¿Qué “tornillos” hay que apretar
o aflojar para afianzar el concepto de laico cristiano?
Envía tus aportaciones a florentinoescribano@yahoo.es
Hasta la próxima semana.
Tino Escribano Ruiz