LA MIRADA DEL SÍNODO: Con ojos de buen cubero
-LA DEFINICIÓN:
Mirar con ojos de buen cubero quiere
decir tener capacidad de medir por
tanteo pero con tanta precisión
como con los medios técnicos. No es la precisión profesional pero es tanta la experiencia acumulada, la maestría
adquirida con los años y la madurez adquirida en el oficio que equivale a los
conocimientos aprendidos en los libros.
-EL ORIGEN: proviene del
mundo artesanal. Especialmente de antiguos talleres de oficios donde los padres
transmitían a los hijos los conocimientos artesanales acumulados para hacer
cubas para conservar el vino en las bodegas.
-APLICACIÓN AL SÍNODO: Según las estadísticas de la encuesta
sinodal el perfil de edad mayoritaria
en los grupos sinodales ronda la plenitud de la madurez. Son personas expertas en la vida y en la fe que han superado
pruebas con entereza. No poseen estudios porque no tuvieron oportunidades, pero
explican a su manera, con la precisión de ojo de buen cubero el sentido profundo de su vida.
-PROPUESTAS: Valorar las iniciativas y acciones de estas personas. Captar
el fondo de lo que quieren decir aunque sus formas, a veces, no se correspondan
con las actuales. Ayudarles a que abran la mente a la innovación de lo que
otras personas con otros estudios y técnicas de la vida también proponen como
válido. Hacer una síntesis conjunta para dinamizar los cambios y mejoras que
pueden ser nuevos canales por donde llegue a extenderse el anuncio del
evangelio y la transmisión de la fe a
niños jóvenes y adultos.
-ACTITUDES:
Dialogar con serenidad y respeto.
Valorar la experiencia de fe y vida de los mayores. Descubrir la belleza de sus
vidas, aprender de su realidad lo bueno, lo bello lo necesario, lo auténtico.
Y, hablando de
cubas y cuberos, tengamos en cuenta lo que dijo Jesús que: a vino nuevo odres
nuevos y que un paño viejo no se puede poner en un traje nuevo porque lo nuevo
tira de lo viejo y revientan. Valoración y equilibrio. Con lo que tenemos hay que construir el futuro.
Cuéntalo en tinoescribanocc@gmail.com
Hasta la próxima semana.
TINO ESCRIBANO RUIZ